El título de este artículo, está inspirado en una frase que utiliza un buen amigo mío, un poco más alto que yo. Y lo más importante, es una interpretación personal de una conferencia de psicología deportiva, en un pabellón de baloncesto del este, titulada “Sobreprotección”. Así que si no eres pater/mater, entrenadora, profesor, maestra, coach o público infantil, te recomiendo que no sigas leyendo... Si has llegado hasta aquí, como diría el “poeta instigador”, tengo que darte tres veces las gracias: 1º) Gracias por tu interés sobre la protección               2º) Gracias por tu curiosidad         3º) Gracias por dedicarme unos minutos de tu tiempo Y ahora sí, arrancamos! Lo primero, una simple pregunta: ¿Por qué piensas tú que la sobreprotección infantil no es una buena idea? Lógicamente, tu respuesta es solo tuya, pero aquí cito algunas ideas que la gente suele asociar cuando oye este término: debilidad, responsabilidades, fracaso, obstáculo, fortaleza, gandul, rodear, confianza, pon